Passeig de Sant Joan se está poniendo interesante. Con dos espacios totalmente diferenciados (uno para las mañanas, con café y panadería, y otro más gamberro de cenas y copas) el ChichaLimoná se ha convertido en un imprescindible del barrio. De día el Limoná (local de la derecha) ofrece todo el arsenal panarra de Cloudstreet Bakery (una de las mejores panaderías de Barcelona) acompañado de café de Nomad Coffee. Combo explosivo para cualquier desayuno. Los fines de semana se llena hasta arriba de gente bruncheando, tomando vermuts, o poniéndose las botas con bocadillos artesanos y pizzas de masa madre. Ideal para leer la prensa y tomar buen café. Por la noche, el Chicha (puerta de la izquierda) es más de vermuts, tapitas, conservas y cañas de cerveza artesana. Ideal para ir en grupito entre semana. De la carta hay dos platos que me tienen el corazón robado: la cazuelita de arroz de calamares y el cordero a baja temperatura con couscous y manzana. Todo preparado con producto ecológico y de cercanía. El interiorismo está hiper cuidado (que a estas alturas, uno ya no sabe si es algo bueno o malo), el menú de mediodía se sale, y es factible cenar bien por menos de 25€ por cabeza. Si eres un incondicional de la Granja Petitbo, pero no te va hacer cola para el brunch de los domingos, ChichaLimoná está pensado para ti. Que tiemble la calle Parlament, porque ahora parece que sí, Sant Joan también mola.