La figura de Woody Allen es una de esas con magnetismo propio. Su brillante filmografía de antaño, las rarezas y manías que lo envuelven, la relación con su musa Mia Farrow, el escandaloso asunto del matrimonio con su propia hija adoptiva, su más que discutible costumbre de estrenar una película por año, su faceta melómana… Allen atrae por decenas de motivos, y es que un tipo que declara no haberse acordado de pasarse por la gala de los Oscar a recoger su primera estatuilla dorada, es en sí toda una declaración de intenciones. “Woody Allen: El documental” ofrece una visión íntima y cercana de uno de los cineastas más icónicos del Séptimo Arte. Un trabajo colmado de entrevistas y declaraciones que muestra el día a día del excéntrico neoyorquino, convirtiendo al espectador en un auténtico confidente.