Llenarlo de agua con cuidado para que no resbale y, con tanta complicación como complicidad, hacer el nudo sin que salga toda el agua disparada. Aguantarlo, evitando que caiga sobre uno mismo y acabe explotando sobre las rodillas. Ser capaz de hacer lo mismo tantas veces como globos se quieran. Guardarlos sin que nos los quite el adversario, lanzarnos y escapar de los contrarios como alma que lleva el diablo. Mojarse, reír, empaparse. Jugar a los globos de agua es algo que, por más que cambien los días en que vivimos, seguirá siendo igual de divertido, sencillo y arriesgadamente fantástico. Pero eso no es todo, porque este domingo además puedes rememorar tu infancia con otros juegos que nos propone el colectivo Free Monsters Films, organizador de los eventos Jugar, creados hace apenas un mes, los mismos que nos trajeron en su día El Escondite al Revés. Así que, aparte de la guerra de globos de agua, habrá otros juegos de esos que te transportan a la infancia. Qué, ¿jugamos?
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