A principios de los 90 se descubrió en Francia una inmensa cueva de 400 metros de largo que guardaba en su interior las pinturas rupestres más antiguas de que se tiene noticia: 32 mil años. Para proteger aquel tesoro arqueológico incalculable, la cueva fue cerrada, y su acceso restringido a unos pocos investigadores. Muchos años después, el cineasta alemán Werner Herzog logra obtener permiso para entrar en la cueva y captar imágenes para un documental. Lo primero que descubre allí es sorprendente: nada menos que una primera forma de cine, plasmada en figuras duplicadas que dan la ilusión de movimiento, y sobre superficies en relieve que crean una dinámica tridimensional. Lo segundo es más profundo: de la consciencia melancólica de que “el pasado está definitivamente perdido” nace la vertiginosa epifanía de que “estas imágenes son recuerdos de sueños olvidados hace mucho tiempo”. Con emoción, asombro y este tono a la vez épico e irónico que es su marca registrada, Herzog nos conduce por la cueva como si penetráramos el inconsciente mismo de la humanidad. El resultado es una película extraordinaria, una reflexión sobre el arte, la espiritualidad y el tiempo imposible de olvidar.

Por: danissanti

Precios: 4€

Hora: Martes a las 17h

Lugar: Filmoteca de Catalunya, Plaça Salvador Seguí, 1 – 9