Hoy dejaremos de lado la polémica. La cuestión no es si su música es demasiado comercial, si ha degradado la esencia del dubstep convirtiéndolo en un fenómeno de masas o si su corte de pelo mola o no. La cuestión es que el nombre de Sonny Moore, aka Skrillex, está en boca de todos. Con tan sólo 26 años, el joven productor californiano dio a conocer el “brostep” al común de los mortales, arrasó en la última edición del Sónar y sigue multiplicando las colaboraciones con grandes nombres de la escena musical internacional. Amante incondicional del estilo de Aphex Twin, ha sabido adaptar este lenguaje sonoro al mundo del dubstep y convertirlo en algo que engancha. Su música es metálica y un tanto agresiva, con ritmos abruptos y sonidos ácidos, pero sin duda el conjunto funciona a la perfección. Sus directos son verdaderos shows y fiestas multidunarias. Con tanto éxito, Skrillex se ha podido permitir el lujo de elegir 4 lugares del mundo, concretamente San Francisco, Brooklyn, Amsterdam y Barcelona, para sus takeovers. Y la palabra no es nada exagerada porque se trata de un verdadero asalto a la ciudad condal: Skrillex actuará cuatro noches consecutivas en los principales clubs de la ciudad, empezando por el Moog este miércoles y siguiendo por Razzmatazz, Be Cool y KER. Las diferentes sesiones prometen un recorrido exhaustivo por todas las vertientes de la electrónica actual. Seamos honestos, siempre nos gusta encontrar un “malo” en la historia y resulta fácil incriminar a Skrillex, pero parece que esta vez, el malo no va a ser derrotado. Skrillex toma el control de la cabina… y la locura se desata.