Tiger Menja Zebra
Cuando el super ego domina, se escriben reseñas que anteponen la experiencia personal a sus auténticos protagonistas. De ahí que me traslade en el tiempo al primer directo que vi de Tiger Menja Zebra, un concierto de reducido aforo, antítesis del sarao que la sala Apolo organiza dentro de su ciclo de “caprichos”. En ese concierto un servidor convencía a sus acompañantes de que iban a flipar. Les expliqué que los chicos de TMZ cuentan con muchas tablas y que antes formaban parte de la veterana banda Camping. En resumidas cuentas, que su directo es tremendo y que da gusto verlos en un escenario ejecutando temas como la inevitable consecuencia de un proceso post-industrial. Su sonido es el brusco despertar a un mundo convulso. La contundencia es palpable; las críticas positivas a su nuevo álbum, legibles; y las probabilidades de que un servidor y mis acompañantes vuelvan a flipar: las máximas posibles.
