Tercera edición de un concepto que nos mejoró la amistad con los domingos. Una vez más volveremos a repetir ese ritual -ya casi sagrado- de enfilarnos montaña arriba por la acera del sol. Hemos aprendido que el Brunch Electronik es ese lugar donde queremos emigrar para dejar bien lejos las preocupaciones de la urbe y el asfalto, porque en el aire libre habita el buen rollito, porque tienes la oportunidad de que la fiesta empiece o continúe (según tu graduación fiestera) y porque te encuentras a esa gente maravillosa a la que la primavera la sangre por suerte altera. Sean bienvenidos los estilismos de gafas imposibles, las barbas frondosas, los tattoos, las rodillas y hombros recién estrenados al sol. ¿Quién puede resistirse a esa sensación de tener Barcelona a sus pies? El plan es inmejorable pero se supera cada vez porque la organziación tiene en cuenta nuestros berrinches y sugerencias. Además, no nos olvidemos que el brunch es family friendly. Lo sé, los niños trepando al rocódromo nos darán un poco de envidia; pero nos desquitaremos dando la bienvenida a la noche con una sonrisa permanente. Acuérdate que los djs comienzan a pinchar a partir de las 16hs. Se abre el dancing calentando motores y espíritus con nuestros Discos Paradiso Djs para demostrar que en casa también cocinamos electrónica de la buena. Seguimos con techno/house de primera, de ese que viene desde las fábricas de la mítica Detroit a cargo de Moodyman. Y para cerrar, dándolo todo, el jovencísimo y polifacético Jacques Greene, representando a Canadá y con la determinación de hacernos alucinar una explosión de colores intra-epidérmicos. ¡Claro que sí! No te quedes sin tu entrada anticipada.
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