Recuerdo aquel mediodía en el que paseaba por la Rambla del Raval con una amiga búlgara. Paramos la marcha para palpar el bronce del gato de Botero y, cuando la reanudábamos, me preguntó con cierto tono de sorpresa: “¿De verdad? ¿Nunca has ido a La Casa de la Pradera?”.
Me agarró del brazo y cambiamos nuestros planes de aquella tarde sin cavilaciones; adentrándonos en calle Aurora para desembocar después en Carretas. Era 2012 y el bar ya contaba con un año de vida. Echo la vista atrás y se me agolpan a la memoria buenos recuerdos, como esa caña bien tirada y su animada terraza; el interior de aquel templo plagado de gente; también el desenfado que adornaba sus paredes y el aire divertido y heterofriendly que se respiraba en aquel lugar.
Y es que La Casa de la Pradera es un sitio perfecto en el que invertir los términos e ir en manada a devorar la noche; más que un lugar, es toda una experiencia enriquecida por encuentros y reencuentros ravaleros. A lo largo de estos cinco años, esta casa no sólo ha sido el punto perfecto para nuestras fiestas; también se ha ofrecido como una estupenda plataforma para que gran diversidad de artistas locales muestren sus trabajos. Es por todo ello que hoy brindaremos desde las 15h hasta las 3h por el quinto cumpleaños de este albergue de pasiones y desenfrenos.
Tras el vermú pasaremos a la mejor sobremesa que podríamos tener. A las 17h tendrá lugar el concierto de La Quiero Viva, una banda familiar para la casa y todos sus habitantes. Aunque anunciaran hace meses su disolución por motivo de su rearme ante un nuevo proyecto, esta banda se resiste a dejar los escenarios; y también nosotras nos resistimos a verles desvanecerse por el horizonte de este paisaje rico en vivencias y agitación en la escena barcelonesa. Apolo, Razzz, Be Cool, Monasterio o Puerto Hurraco son sólo algunos de los locales que han acogido las buenas artes de La Quiero Viva en los 50 conciertos que han dado en la ciudad.
“Somos de desaparecer y reaparecer. Como el Fénix”, me comentaba Thaïs Cuadreny, su polifacética vocalista, mientras clavaba su brillante mirada en la mía. Acompañada de Núria Perich (bateria), Nat González (bajo), Ander López (guitarra) y Paula Ustarroz (teclados/cello), Thaïs desplegará sus garras doradas en el escenario y el salón situado al fondo de La Casa de la Pradera se transformará en el Jardín del Paraíso, como cuenta la leyenda. Tras el concierto DJ Äadrik Synth proseguirá la marcha hasta las 3:00.
La de hoy será una jornada inolvidable. Quién diría que no serían quinientos -como narra la fábula del Fénix- sino cinco los años de espera para el renacer.
//foto de Silvia Rodríguez
Por: Lucía Morales
Precios: Gratis
Hora: Dom. de 15h a 3h
Lugar: La Casa de la Pradera, Carrer Carretes, 57
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