Es difícil, muy difícil hablar de Vértigo como si se tratara de una película inédita o recién estrenada; como si no hubiese sido elegida mejor película de todos los tiempos en una votación de Sight and Sound; como si no hubiese inspirado millares de reseñas, artículos y estudios (como el magnífico Vertigo y pasión, de Eugenio Trías, que desde aquí recomiendo); como si, a nivel personal, no fuese una de mis cintas más queridas. Comenzaré diciendo que uno de los grandes atractivos de este film (al igual que de otros varios de la docena de obras maestras que dejó Alfred Hitchcock, como Rebeca, Psicosis o Los pájaros) es su multiplicidad de niveles de lectura, desde el más doméstico del cine de suspense (magníficamente resuelto, eso sí) hasta el más elaborado de una fábula deliciosamente necrófila sobre los zigzagueos de la conciencia y las paradojas del deseo. Continuaré afirmando que merece la pena verla aunque sea por la pervivencia en ella de la herencia romántica, elogiada y refutada a partes iguales. Terminaré señalando su progresión dramática (que despunta en su primera mitad y arrolla en la segunda), así como la sabiduría de los encuadres (que sabe hacer suya la inestabilidad de sus personajes, y que no se aviene a informar de los devaneos interiores de estos, sino que los reproduce en el atrezo, dinamitando la frontera entre interior y exterior), dado que son absolutamente ejemplares y permanecen insuperados más de medio siglo después.
Pero hay más, mucho más. Y esta obra de arte seguirá siendo, por los siglos de los siglos, mientras quede un solo cinéfilo y un solo reproductor de cine, una película inédita, que podrá disfrutarse como recién estrenada.
Por: lecool-admin
Precios: 4€
Hora: Dom. a las 20h
Lugar: Sala Phenomena, C/ Sant Antoni Maria Claret, 168
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