Ojalá tuviéramos la capacidad de parar el tiempo. Darle a la pausa, y respirar, o realmente mirar lo que tenemos alrededor. Para eso existe la fotografía, y hay personas que se han convertido en auténticos maestros transgresores en esto de congelar el tiempo. Un ejemplo de ello es el gran Richard Learoyd, creador de pictóricas, contenidas y emocionantes obras de retrato y paisaje. Learoyd es uno de los artistas contemporáneos más admirados por conseguir transgredir las leyes del espacio y tiempo, y sobre todo, por tener una particularidad especial: sus fotos en blanco y negro son producto de una técnica artesanal y ancestral, podríamos decir. Él ha creado su propia cámara oscura, y no solo eso: ésta además es del tamaño de una habitación. A través de una lente situada en un espacio contiguo, el artista expone los sujetos de su observación a través de simplemente encender la luz de la habitación/cámara. Y voilà, el fotógrafo no solamente observa, sino crea un nuevo nivel de interacción con su obra: está dentro de su cámara.

Ahora, la Fundación Mapfre le dedica una retrospectiva increíble que no te puedes perder por la autenticidad de la propuesta, ya que podrás ver las fotos expuestas en el mismo papel fotográfico en el que fueron creadas. Quietud, paciencia y belleza calmada. Tres adjetivos que bien nos hacen falta hoy en día, y que nos esperan en la Casa Garriga Nogués hasta el 8 de septiembre.

Por: Antonella Sonza

Precios: 3€ / lun. gratis

Hora: Lun. de 14h a 20h, de mar. a sáb. de 10h a 20h, dom. de 11h a 19h. Hasta el 8 de Sep.

Lugar: Fundación Mapfre Casa Garriga i Nogués, Carrer de la Diputació, 250