Nació el 17 de febrero de 1863, en San Petersburgo. Fue poeta, cuentista, novelista, dramaturgo, teórico del simbolismo, crítico, pensador, publicista y traductor. Su poesía se caracterizó por un “estilo gráfico y sencillo, por el vigor de la línea de la imagen y por una exactitud ambigua y transparente”. Fue profesor de matemáticas. En 1884 aparecieron sus primeros versos en la revista “Primavera”. En 1905 publicó su novela más importante: “El duende”. Desde entonces se convirtió en el escritor de moda de la intelectualidad rusa. Publicó dos novelas más, “Más dulce que el veneno” y “La leyenda creada”. Se retiró de su profesión en 1907 y desde entonces se dedicó de lleno a la literatura. En sus últimos años vivió en total soledad. Después del suicidio de su esposa se aisló del mundo. Murió en diciembre de 1927
Un pequeño demonio, que tardó diez años en escribir, fue el trabajo que dio fama a Fiódor Sologub. La trama se desarrolla en una reducida y anónima población donde todo el mundo se conoce y se trata. Una novela satírica muestra el mundo desolador de un maestro de provincias, el fiero y cruel Peredónov. Deseando el puesto de inspector de escuelas, Peredónov pierde la cabeza lentamente por temor a no conseguir el ascenso. Su chifladura llega a lo más alto cuando su supuesto adversario se presenta a tomar una copa en la casa de este, y una broma simple se convierte en tragedia; la crónica de una progresiva enajenación mental, el camino hacia el desastre.
Despreciaba y maltrataba a los alumnos que solían ir limpios y lavados. Los llamaba marienjabonaditos y, puesto a elegir, prefería a los desaseados. No había para él ni cosas, ni personas agradables, razón por la cual la naturaleza solo podía actuar sobre sus sentidos de una única manera: oprimiéndolos
La etiqueta de antihéroe está hecha para Perodónov, compilación de casi todos los defectos morales imaginables, aunque él se creyera un galán de porte excelso, objetivo de un gran número de mujeres que lo deseaban, por aquello de un acuerdo ventajoso. El segundo personaje en importancia de la novela es Varvara, la amante de Perodónov, retratada por Sologub con una tremenda severidad: «su cuerpo era hermoso, como el de una bella ninfa al que se hubiera adherido, en virtud de algún tipo de conjuro ignominioso, la cabeza de una ramera decrépita».
Mirarse el ombligo, abandonarse a la autocomplacencia y al egocentrismo. El foco hacia mí, olvidemos a los demás. “No tengo por qué ponerme a leer libros prohibidos. Yo no leo nunca. Yo soy un patriota”. Una obra notable.
Traducción: Manuel Abella
Editorial: Mármara
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