“Le vent revient, il faut tenter de vivre!”

(Paul Valéry)

Este abril atípico, indeciso entre la alergia, la cautela y las inoxidables ganas de vivir, volvemos a una de nuestras más preciadas rutinas anuales: el Festival de cine D’A. Después de la pasada edición, que por motivos obvios no pudo ser presencial, volvemos a la euforia extraña de encerrarnos en una sala de cine durante horas y dejar que la oscuridad nos ilumine la vida.

Así, este año podremos recorrer la obra de Małgorzata Szumowska (cuya Mug recibió el Gran Premio del Jurado en Berlín en 2018), disfrutar de la nueva película de Nobuhiro Suwa (El teléfono del viento), que fue asimismo homenajeado hace tres años, emocionarnos con Tsai Ming-liang (Days), extasiarnos con Kelly Reichardt (First cow), estremecernos con Sharunas Bartas (En la oscuridad), buscarle las cosquillas a Guillaume Brac (¡Al abordaje!) o replantearnos nuestra identidad con Abel Ferrara (Siberia).

Todo esto sin olvidar la apuesta por el producto de proximidad, dentro del ciclo “Un impulso colectivo”: Karen (María Pérez Sanz), Los inocentes (Guillermo Benet), Transoceánicas (Meritxell Colell y Lucía Vasallo). Razones de sobra para volver a la vida.

Y, sobre todo, el reencuentro con los espectadores. Los amigos o los conocidos de refilón en una cola zigzagueante, los que musitan disyuntivas programa en mano, los que comentan sus entusiasmos, transidos por la humildad de quien se sabe incapaz de abarcarlo todo, pero también por la soberbia de quien confía en sus intuiciones. Los que, al acabar la jornada, intercambiarán impresiones como fotos de un viaje. Uno de esos viajes que nos vuelven más sabios, más lúcidos, más orgullosos de estar vivos.

Por: Editora Barcelona

Precios: Abono 10 entradas 30€

Hora: Del 29 de May. al 9 de Jun.

Lugar: Diferentes sitios, Consulta la programación