La novela gráfica Chartwell Manor cuenta la historia de un internado de Nueva York en el que un grupo de chicos perdidos y penosos estudiantes sufrían abusos sexuales del director. Glen, con 13 años, estuvo allí, un tiempo que le resultó eterno y que acarreó su posterior descenso a los infiernos del alcohol, el sexo turbio y, sobre todo, el rechazo familiar frente a unos abusos que marcaron el resto de la vida del dibujante. Ha tardado muchos años en poder contar esta historia. Pasó casi medio siglo para que Head pudiera estar sereno y consciente para atreverse a abordar sin tapujos, sin efectos especiales, el tétrico episodio que sufrió en la residencia. Aquella experiencia de violencia física y sexual cotidiana, sistemática, en un régimen instaurado por el director del colegio, Terrence Michael Lynch, fracturó la vida de decenas de jóvenes que pasaron por el centro, hasta que las denuncias, enterradas durante años por una sociedad que no sabía cómo hacerles frente, les llevó ante los tribunales, a mediados de los ochenta.
La obra está contada con un carácter directo y desnudo, sin eufemismos o elementos que edulcoren la narración. Este aspecto convierte a la obra en uno de los mejores trabajos actuales. En este sentido, la caracterización de los diferentes personajes muestra las paradojas personales, las contradicciones y la manera en que la culpabilización propia dificulta la percepción de la realidad.Todo ello sin que Head opte por moralismos o elementos éticos diseñados para concienciar, sensibilizar, etc. En este sentido, la obra tiene un fuerte poso personal, por supuesto, pero también social. También nos muestra Head la manera en la que los mecanismos de institucionalización de la depravación pueden terminar siendo aceptados y asumidos por determinados grupos sociales de manera acrítica. El cómic funciona así como purificación, como exorcismo de la bestialidad vivida, como explicación de una realidad traumática a la que le ha sido imposible enfrentarse durante mucho tiempo.
Se trata de un profundo y doloroso examen de conciencia de lo que supone un maltrato de estas características y sus consecuencias. Una herida hecha viñeta. Una obra maestra, unas páginas de una narración magistral. Chartwell Manor es brutal y trascendental en toda su dimensión, un cómic llamado a hacer historia. Pierdes el tiempo si no lo tienes ya en tus manos.
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