Una escritora en la cocina, by Laurie Colwin
No abundan los escritores o escritoras que con sus escritos te hagan reír a carcajadas, pero este libro hizo exactamente eso. Estos ensayos son reveladores, a menudo humorísticos, sobre la cocina, el entretenimiento y la vida doméstica en general. El enfoque de Colwin es cálido y accesible. No necesitas ser un cocinero para disfrutar del libro, pero podría hacer que crezcan tus deseos de comenzar a usar su cocina para algo más que darle al play del microondas. Hay recetas informales dispersas a lo largo del libro y algunas más formales al final de la mayoría de los ensayos. Ella desmitifica tareas complicadas como hornear pan y alienta al lector a “siempre probar todo, incluso si resulta ser un fracaso. Aprendemos haciendo”. En la cocina, descubre, y espera que sus lectores también lo hagan, que las recetas no tengan que seguirse simplemente; se pueden inventar. Si los experimentos románticos pueden proporcionar una perspectiva eventual, los culinarios arrojan resultados instantáneos. El esfuerzo no garantiza el éxito (el soufflé podría colapsar, la salsa holandesa nunca se emulsiona), pero a través de la vitalidad y la personalidad de sus escritos, Colwin demostró que, en cierto sentido, el trabajo siempre valía la pena. Este tipo de conocimiento la condujo a un enfoque claramente seguro, uno que quería compartir con los demás
Los 33 ensayos van desde lo básico como el pollo frito y la ensalada de patatas hasta casos especiales: Cómo evitar asar a la parrilla, Cómo disfrazar verduras y Horrores en la cocina. La variedad de temas hace que el libro sea especialmente útil y mucho más agradable de leer. Ideal para tenerlo en la cocina y reír, sin más, como sentarse con un amigo y beberse una cerveza o una taza de té. Comparte recetas favoritas, experiencias gastronómicas y opiniones sobre alimentos junto con historias de desastres notables
Laurie Colwin en Una escritora en la cocina es graciosa y autocrítica, y habría sido una persona encantadora para sentarse y comer con ella. Ya estoy pensando en hacer ese pan de jengibre.
