Dulzura otoñal

Con el frío llamando a la puerta y las Navidades al acecho,todo invita a que vayas empezando a pertrecharte para el duro invierno… Aparte del edredón, los calcetines de alpinista, el plumas, y en general, la ropa de abrigo, ¿se te ocurre una forma mejor de subir tu temperatura corporal que a base de calorías ricas, pero que muy ricas? A nosotros tampoco, y es que este mes toca forjarse un búnker a base de deliciosos y encantadores dulces que te harán tiritar, sí, pero de placer. Estela C, por ejemplo, recomienda que vayas a Dolso, “el paraíso de la glucosa, la dulzura elevada a la enésima potencia”. Nos cuenta que su escaparate es “coquetón y muy llamativo y, desde él, sus cupcakes parecen susurrarte entra y cómeme”, ¿ya te los imaginas en la cocina de tu casa, verdad? Pues cuando los tengas allí, ¡no olvides invitarnos a los Yelpers a tomar un té! Otra buena opción es la que nos presenta Francisco G, Lolita Bakery, lugar con una “decoración preciosa, con sillas pequeñitas y armarios antiguos” y sus “cupcakes son tan bonitos que parecen de mentira”; él lo encuentra agradable hasta el punto de quedarse “allí durante horas” –¿le pasará lo mismo cuando vaya invitado a tu casa?.
UnaLolita nos siempre lleva a otra nínfula, y Akansha A nos habla de Daniela Bakery, de la que, a estas alturas, yano quiere despegarse de ningún modo: “estoy segura que voy a echar de menos los cupcakes tan ligeros y deliciosos”, sobre todo el de “dulce de leche”… además, añade que todos “sus productos llevan ingredientes orgánicos y están hechos a mano”, casi nada. ¿A que vas entrado en calor? Pues espera a probar Cup & Cake, establecimiento que Laia T describe como “encantador, de colores pastel y muy dulzón, ideal para desayunos y meriendas”. Un sitio “muy recomendable para aquellos amantes del dulce y para los que añoran Nueva York, ya que logrará transportarte a la gran ciudad americana”, todo un lujo cinematográfico. Por último, no podemos dejar de hablar de Florentine, tienda que, según Abel F, está “un poco escondida”, pero “consigue atrapar tu atención desde lejos por su colorida fachada y su letrero vintage”. Lo más destacable son por los “deliciosos pastelitos antidepresivos de colores se exhiben en su vitrina”, y es que además, venden todo tipo de “ingredientes y accesorios para que puedas intentar hacerlos en casa”, ¡este sí que va a ser un noviembre dulce y colorista!