García es un apellido demasiado común para no necesitar del nombre de pila pero a Belén García Abia deberían otorgárselo como propio tras “El cielo oblicuo”. Una novela que a la vez podría ser un ensayo sobre las mujeres de su generación –o la mía-, un poema sobre los tiempos modernos, un cuento sobre la crueldad de la sociedad contemporánea o una biografía llena de sentimientos encontrados. O no tan encontrados, pues la autora tiene muy claro cuál es su lugar en el mundo, el que ella ha escogido, pero se lee entre líneas la dureza que supone ser mujer y tener convicciones firmes. A García Abia no le gustan las etiquetas y se mueve bien entre todas ellas; es mujer, sí, y es escritora, pero no escribe solo para nosotras, escribe para que cualquiera pueda llegar a entender un torbellino de emociones que de repente se suceden y con las que hay que convivir. Escribe para aceptarse quizá y permitir que nosotros nos aceptemos un poco más. <<Lo>> consigue.