Hacerse un hueco en la escena musical barcelonesa no es nada fácil. La competencia es cada vez mayor y el público cada día más exigente. Por eso, cuando de repente aparece un nuevo grupo, fresco y que encima tiene ese “algo” especial que le hace conectar con el público, debes añadirlo de inmediato a tu lista mental de “grupos que merecen la pena”.
Eso mismo es lo que Ander Pribizchuk está consiguiendo con su banda, Pribiz. Haciendo honor al apellido de Ander (voz y guitarra) y Alan Pribizchuk (bajo), dos hermanos nacidos en Paraguay y con claras influencias rusas por parte de abuelo, Pribiz comenzó a brotar en territorio catalán, en Capellades, en 2010 y nos da como fruto una mezcla de estilos más bien curiosa y bastante adictiva. El folk, el indie y el pop son quizá los estilos que más se pueden vislumbrar en sus melodías, aunque de vez en cuando te pueden sorprender con un ritmo que te hace bailar al más puro estilo reggae. Además de Ander y Alan, cuentan con dos componentes más en el grupo: Judit Robles y Oriol Castells.
¿Cómo comenzó tu relación con la música?
Cuando me dieron mi primera guitarra a los 16 años. Como todos, empecé haciendo las típicas covers en Youtube, nadie me daba clases de música, ni de canto ni de nada. Me cansé de las covers y comencé a escribí mis primeras canciones. Ahí vi que podía sacar mucha mierda de mi cabeza pero que me faltaban aún muchos matices y un poco de técnica. Así que le dije a mi hermano Alan que me ayudara, que por entonces tocaba el piano.
¿Él sí que estudiaba música?
Sí. Él es el que tiene más técnica y conocimientos de música. Además, para que no haya confusiones siempre digo que él es el guapo y yo el que canta.
Trabajar en familia: ¿ventaja o inconveniente?
Siempre hacemos la coña de que somos como los hermanos Gallagher, que cuando acaba el concierto nos dejamos de hablar hasta el próximo. Pero es todo postureo. Creo que es una gran ventaja vivir todo esto con él. Los mejores conciertos que he hecho han sido solo con él porque nos entendemos de una manera que nadie más puede. Además, cuando hacemos conciertos en dúo y yo hago algo mal él lo arregla en dos segundos y nadie se da cuenta. Quizá el único es que cuando nos metemos la bronca no nos cortamos ni un pelo. ¡Demasiada confianza!
¿Recuerdas vuestro primer concierto?
Sí… De hecho nuestro primer concierto ni siquiera eramos Pribiz. Ponía solo mi nombre, Anderson Pribizchuk. Mi hermano tocaba conmigo y el suyo no sé por qué no aparecía en el cartel.
“Delorean” es vuestro hit más conocido. ¿Quién es tan fan de Regreso al Futuro?
Yo soy el culpable. Una de las tantas veces que miraba la película me inspiré y empecé a jugar. Es una locura de canción, con cambios de estilo y de ritmo y además la letra no tiene ningún sentido, ni ningún mensaje. La idea era crear un estribillo que fuera como un virus y que no lo pudieras sacar de tu mente y parece que funciona bastante bien.
https://www.youtube.com/watch?v=maLS50aHgJ0
Os habéis hecho un hueco en Cruïlla, uno de los festivales más importantes de Barcelona. ¿Cómo lo habéis conseguido?
Todo a sido gracias a un concurso, Movistar Artsy. Nos apuntamos al último momento, ni siquiera sabíamos si llegábamos a tiempo y acabamos ganando el premio gordo. Lo más importante para nosotros es la ayuda que nos están dando con nuestro primer disco. Ya lo queríamos grabar, teníamos fecha y todo eso, pero teníamos problemas para pagarlo. De repente apareció Movistar Artsy para salvarnos. ¡Y encima nos dicen que tocamos en Cruïlla! No me faltó nada para pedirle matrimonio a Movistar.
¿Y cómo fue tocar en un festival como Cruïlla? ¿Muy distinto a vuestro último concierto?
Antes de Cuïlla tocamos en un festival de Igualada en el que ya hemos participado alguna otra vez. La verdad es que nos gusta tanto lo que hacemos y tenemos tantas ganas de hacerlo bien que intentamos no pensar demasiado y hacer ver que todo es un ensayo. Tratamos de no pensar en lo grande que es el festival o en cuántas personas hay mirándonos. Quizá por eso a veces tenemos algunas cagadas en el escenario… Pero bueno, la gente nos mira y ve que lo estamos pasando en grande y al final eso es lo que les hace conectar con nosotros. En Cruïlla simplemente el escenario era más grande pero los sentimientos eran los mismos de siempre.
¿Dificultades para dar los primeros pasos en el mundillo musical?
Yo creo que la mayor dificultad que se puede encontrar cualquier grupo de música es interna. No puedes pedir a los componentes de tu grupo que sientan la misma locura que tu por el proyecto, cada uno sigue un camino distinto y a veces es muy complicado compaginar la vida personal y profesional con la música.
¿Ha sido fácil abriros paso en la escena musical actual?
No ha sido fácil. Simplemente hemos tenido suerte y nadie nos ha cerrado ninguna puerta.
¿Algún consejo para todos los que están ensayando ahora en el salón de su casa?
Mi único consejo es no parar nunca. Aunque te digan que no llegarás a ninguna parte, no pares. Si crees en lo que estás haciendo y curras muchísimo va a salir bien. Si te llevas algún palo mejor que sea haciendo lo que te gusta.