Sin ideas no habría evolución. No existiría el mundo que hoy conocemos. Se habría acabado la imaginación, la fantasía y la pasión. “Impossible is nothing” sería una gran mentira. Y las palabras “extravagante”, “sorprendente” y “nunca visto” no habrían salido de la boca de nadie. Porque las ideas son el motor que nos mueve. Lo que nos rodea. Los inventos que han cambiado nuestra forma de vivir y pensar. Y a partir de hoy son también un museo. Un gran museo que es en sí mismo una gran idea. Una idea que empieza en su entrada y llega a su tobogán, sus suelos, sus ascensores y sus baños, pasando por la sala de inventos contemporáneos, la de inventos imposibles y la temporal. Porque sí, en el Miba todo merece ser contemplado y admirado como lo que es: una gran idea. Al fin se ha hecho real./ Lorena Pedre