Glaciar

Es cita obligada pre-fiesta en el barrio Gótico. El copazo en el Glaciar se ha convertido ya casi en un ritual antes de todo Sidecar, Karma o Jamboree que se precie. Ubicado en plena Plaza Real es la mejor opción para pasar de la calma al movimiento, para ver cómo se va generando ambiente en uno de los puntos calientes de la fiesta barcelonesa mientras haces cuenta de un buen gintonic en la terraza a un precio razonable. Además, pese a soler estar bastante lleno, el servicio acostumbra a ser rápido, algo muy de agradecer cuando la noche justo empieza a fraguarse y no tienes ni un minuto que perder. Y si las energías flaquean recuerda que el Glaciar forma parte de la ruta del carajillo de Magno, una de esas bebidas que pueden darte ese último chispazo que necesitas para que la noche no decaiga.