La Piccola Cucina Italiana es uno de esos sitios que no deja indiferente a nadie. O lo amas o lo odias, y eso se explica porque es todo menos convencional. Se trata de un antiguo garaje situado en La Floresta que Vittorio, un napolitano con muchas historias que contar, convirtió en un pequeño restaurante hace ocho años. Su objetivo era ofrecer auténtica cocina italiana hecha al momento con los mejores productos de su país. Normalmente se sirve un único menú con los platos estrella de la casa, que consiste en un delicioso y muy sorprendente antipasti que empieza con una burratina con tomates cherry, un salteado de berenjenas, una peperonatta o salteado de pimientos y una receta toscana de judías. Sigue con el festival de pasta, los tagliatelle con boloñesa blanca, los paccheri a la parmigianna, que con solo verlos se te hace la boca agua… ¡A las pruebas me remito! Y para terminar haced hueco para la deliciosa calamarata, que es pasta en forma de anillos, con butifarra, hinojo, grelos y aceite picante: un espectáculo. Con los postres ya nos deja alucinados, a cada cual más bueno; no sé si quedarme con el tiramisú o el canollo relleno de ricotta y naranja confitada. Como os podéis imaginar este menú lleva su tiempo así que cuando vayáis a visitar a Vittorio, que te recibirá como si estuvieras en su casa, id con el estómago vacío y con una buena dosis de paciencia.
Sin duda, es un lugar perfecto para hacer una buena sobremesa con amigos. Para los que la paciencia no es su fuerte, una opción es pedir la comida para llevar, así que después de dar un paseo por Collserola te puedes tomar en casa una pasta a la siciliana, que también es un buen plan.