En una ciudad en la que es más fácil encontrar comida coreana que un buen restaurante francés, se agradecen propuestas como el nuevo L’Escale. Un bistrot joven, de barrio, donde los platos están bien pensados pero sin encorsetarse en el refinamiento de la cocina tradicional francesa. L’Escale funciona a 6 manos con los veinteañeros sobradamente preparados de Lyon: Julien, Christophe y André. Siempre con la vista puesta en Francia, L’Escale te sacude con giros asiáticos y con el mejor producto de cercanía. De la cocina salen éxitos tan reconfortantes como las láminas de calamar con ajonegro, la presa de cerdo con puré de zanahoria y curry, o el ciervo con grosellas y piñones. Deja un huequecito para el postre, lo agradecerás. Si eres indeciso o te gusta dejarte llevar, tienes un menú degustación por las noches de 6 platos (43€), y un teaser al mediodía de 2 platos o 3 platos (14,50 o 17€). Perfectamente camuflado en el gastronómico Passatge Pellicer, L’Escale es un escondite para empezar con buen pie una elaborada cena romántica.