Puedo decir sin riesgo a equivocarme que la exposición William Eggleston: El misterio de lo cotidiano en el KBr Fundación Mapfer es una de las más completas presentadas sobre el renombrado fotógrafo de Memphis. Organizada cronológicamente, abarca su carrera desde sus primeras imágenes en blanco y negro hasta los notables trabajos que firmó en color a partir de 1965. Incluso hay espacio para obras de su serie más reciente, “The Outlands”. Eggleston, inspirado por Henri Cartier-Bresson y Walker Evans, ofrece en esta muestra toda la potencia de su fotografía, en especial, el trabajo sobre temas cotidianos, los encuadres frontales y la elegancia que volvió insignia de su estilo.
A partir de 1965, Eggleston inmortalizó la cotidianeidad de las pequeñas ciudades del sur de Estados Unidos. Capturó una amplia gama de escenas, desde tiendas de comestibles y bares hasta retratos familiares, reflejando la transición de la vida rural a los grandes centros comerciales suburbanos, los llamados “malls”. Estos centros comerciales son paradigmáticos de una nueva vida social que antes se encontraba en las plazas de las ciudades, ilocalizable en la actualidad. Eggleston abrazó este nuevo mundo de consumo, capturando su colorido, luces y brillo en sus fotografías, dejando una huella duradera en la fotografía contemporánea al desafiar las convenciones y revelar la belleza en lo cotidiano.
