Hablar del artista multidisciplinar Erb Mon es hacerlo de una producción que recuerda a una entidad viviente, siendo sus distintos aspectos, y en especial el proceso creativo, pequeños sistemas dentro de una estructura que, incluso en su formato expositivo, no permanece mucho tiempo quieta. “Erb Lab”, el proyecto que presenta esta semana en Mutuo Centro de Arte, se rige por esta máxima, y así, lo que parece un taller eventual y abierto al público, se convierte en el cuerpo de una bestia que despliega unas alas que abarcan siete disciplinas distintas: la pintura, la ilustración, las intervenciones urbanas, el vídeo, la poesía, la fotografía y la experimentación sonora. La propia galería y sus alrededores se convierten en contenedores de esta interesante forma de desarrollar el arte, una fórmula amena tanto para el espectador como para sus potenciales compradores.

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