Recordar a John Grant tocando a primera hora de la tarde en un escenario en el Forum bajo una tormenta de verano épica, y con los seguidores empapados cantando sus canciones llenas de euforia melancólica, con palabras desgastadas de rabia, y de gemidos melódicos que hicieron salir el arco iris: así es como a un servidor le gusta recordarlo. Luego, ver cómo John Grant se balanceaba en sus sombras buscando sus conciertos favoritos como otro más en medio de festivales, y que los fans se le acercaran y que él los iluminara con sus francas y deliciosas palabras… Su show no es solo en el escenario, sino también en comprobar su calor espiritual en medio de su tristeza nostálgica.
Este norteamericano que aparece de vez en cuando con temas lanzados al aire como gritos de auxilio, se presenta en un formato especial en el Casino del Poblenou, para presentarnos sus nuevas canciones y, seguramente, con alguno de sus clásicos llenos de su tan distinguida honestidad respecto al mundo y a sus demonios, en los cuales no hay moralejas ni rezos, solo brindis y exorcismos. Estoy seguro que en medio de un escenario como este veremos en algún momento el arco iris salir, porque de esta luz está llena Grant, y para comprobarlo tendréis que acercaros a verlo. Nos vemos en primera fila en medio de su eco cálido y celestial.
