Un servidor confiesa que uno de los mejores disfraces de carnaval que ha tenido ha sido el de una momia. Ese lazo entre la vida y la muerte, esa conversación del cuerpo terrenal para ser trasladado con la mayor cantidad de detalles al más allá, y el misterio de su proceso, es algo que personalmente me encanta.
Las momias más antiguas datan del 4.000 a.C., y este proceso planeado para mantener los componentes del espíritu de la persona, el ka y ba, la fuerza vital y la fuerza anímica, es de lo más fascinante de una de las culturas más ricas de nuestra historia. El mundo en el Nilo y cómo influyó en el resto del mundo, es a pesar de ser hace miles de años, aun una historia que a muchos no deja indiferente, quizá por su magia, su misterio, pero tambien de la forma científica en la que parecían tener tanto conocimiento del cuerpo y de su cuidado.
En la exposición Momias de Egipto, que se podrá visitar hasta el 26 de marzo, una gran colección cedida por el British Museum comparte, entre otros, seis momias que corresponden a personas que vivieron entre los años 800 y 150 a.C. en Egipto. Estas seis personas son la mejor muestra de la historia de esta gran cultura y la magia que los envuelve. Nos vemos para abrazar la historia de la mano de sus protagonistas.