Hace un año, La Fonoteca desembarcó en versión física en Barcelona después de algún tiempo sacudiendo el underground de Madrid. Desde entonces, han montado unos cuantos conciertos, editando unos cuantos vinilos, y básicamente han ejercido de prescriptores perfectos para los grupos emergentes locales que necesitan un empujón, que necesitan subirse a un escenario y que el público los descubra. En eso, La Fonoteca son los mejores. Aciertan siempre. Por eso, hoy que celebran su primer aniversario con tres grupazos (los deliciosos Los Lagos de Hinault, los divertidísimos Gabriel y Vencerás, y un desconocido –para mí– Diego García cuya electrónica analógica promete muchísimo) simplemente hay que ir. Pero más allá de los grupos que toquen, aquí lo que celebramos es una filosofía, una forma de vida que permite que el underground siga en ebullición, que pese-a-todo sigamos teniendo alternativa a los aburridos y convencionales canales habituales. Olé por ellos.
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