Bruno D, un alto ejecutivo, pierde su trabajo después de 15 años en el puesto. Al principio no parece preocuparse, recibe una buena tajada y con eso puede seguir manteniendo a su adinerada familia. Tres años después la situación cambia: sigue sin encontrar trabajo y la estabilidad familiar y financiera empieza a quebrarse. Bruno se niega a perder su estatus y decide reconducir su vida. Después de analizar a los posibles candidatos que le pueden hacer sombra en su búsqueda de trabajo procede a asesinarlos sistemáticamente. En este film de 2005 se anticipa el estado de insatisfacción en el que vivimos, una sociedad contradictoria que nos obliga a consumir constantemente, pero que nos degrada y nos atemoriza. Costa-Gavras usa los mecanismos del cine negro para construir un relato duro y amargo pero con tintes realistas.
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