Un servidor comprobó hace unos meses en carne propia lo de tener un stand en un mercadillo, ¡éxito rotundo! Sacar todas esas reliquias escondidas en casa y presentarlas como manjares y oro reciclado. No hace falta ser un profesional, es cuestión de sonreír, saludar, acercarse a las necesidades de la gente y aparte de forma sutil, hacer que todo adopte ese aire vintage y moderno a la vez. La Universidad de Barcelona lleva ya unos meses compartiendo su espacio sobre la Gran Vía con Balmes para un mercadillo de lo más profesional, como nos gusta. Barcelona Vintage Market ha conseguido llamar nuestra atención, con su espacio abierto, deliciosos puestos de comida e increíbles tesoros en muchos puestos que nos han alegrado el día. Cuando tantos mercadillos buscan su oportunidad en medio de tanta selección, este céntrico rincón ha logrado colarse como una de las mejores visitas en Barcelona. Ya veréis, ¡vintage del bueno!
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