El mundo de la música siempre ha sido un terreno fértil para las almas creativas que emergen desde las sombras para ofrecernos un sonido nuevo y emocionante. Uno de esos genios contemporáneos es Benjamin Clementine, el aclamado ganador del Premio Mercury, quien aterriza en España para presentar su tan esperado tercer álbum, “And I Have Been”, estrenado el pasado 28 de octubre a través de su propio sello, Preserve Artists.
La llegada de este nuevo trabajo viene acompañada de la promesa de una segunda parte que podría marcar el cierre de una trilogía musical excepcional. Pero Benjamin Clementine es mucho más que un músico; se presenta como un artista cuya música es solo un elemento de su viaje creativo. Su incursión en el mundo del cine, con un destacado papel en la película ganadora de múltiples Oscar, “Dune” de Denis Villeneuve, es prueba de su versatilidad y talento artístico.
Nacido y criado en Londres, este artista inquieto y apasionado vivió un giro radical en su vida al mudarse a París, donde se encontró en la dura realidad de la falta de hogar siendo apenas un adolescente. En este contexto adverso, sus actuaciones se convirtieron en su refugio y plataforma para expresarse, lo que le valió un estatus de culto en la escena musical y artística parisina.
De regreso en Londres, el mundo conoció a Benjamin Clementine en el programa “Later… with Jools Holland” de la BBC en 2013. Desde entonces, numerosos críticos lo han descrito como uno de los grandes cantautores de su generación y como el futuro del sonido londinense, aunque su música desafía las clasificaciones convencionales.
“The New York Times” lo nombró uno de los 28 genios que definieron la cultura en 2016, destacando su habilidad para crear composiciones musicalmente incisivas que exploran los matices de la vida. Sus letras poéticas mezclan rebeldía con amor y melancolía, lirismo sofisticado con expresiones coloquiales, y verso rimado con monólogos en prosa. Su música trasciende las estructuras tradicionales de las canciones, creando un territorio musical dramático e innovador.
En el escenario, Benjamin Clementine suele presentarse sin camiseta y descalzo, vistiendo completamente de negro o gris oscuro con una larga gabardina de lana, una declaración artística en sí misma.
Su vida personal también es una historia de superación. Clementine abandonó la escuela a los 16 años tras una serie de dificultades familiares y problemas académicos. Terminó en las calles de Camden Town, Londres, sin hogar y con dificultades psicológicas y financieras. Su destino lo llevó a París a los 19 años, donde pasó varios años tocando en bares y hoteles para sobrevivir, durmiendo en las calles y ocasionalmente buscando trabajos temporales. La determinación lo llevó a un hostal en Montmartre, donde compartía una habitación con otros diez hombres en literas.
Fue en ese contexto de adversidad que Benjamin Clementine encontró su voz. Compró una guitarra deteriorada y un teclado económico y dedicó tres años a escribir y componer canciones que reflejaban sus experiencias personales. Inspirado por los poetas y cantantes que admiraba en Francia, decidió que sus canciones debían transmitir un mensaje profundo y personal.
El resultado es un artista cuyo talento y pasión han conquistado el mundo de la música y el cine, y ahora llega a España para presentar su último trabajo. La música de Benjamin Clementine es una experiencia única que desafía las categorizaciones y emociona a quienes buscan algo más que canciones convencionales. Preparaos para sumergiros en su mundo, porque la experiencia promete ser inolvidable.
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