No hay terreno más inhóspito que el interior de un ser humano. Lo que piensa y lo que siente, pero también lo que ignora sentir. Aquello que cuando algo hace click, sale a borbotones. Sin parar, como al abrir una presa. ¿Y en qué consiste ese click? Un estímulo sensorial que nos golpee y cause que dentro de nosotros se desbloquee algo. Pero la única manera de que algo haga click, es estar abierto a que eso pase. Las obras del gran Bill Viola son mucho más que eso: son reflexiones crudas, bellas y honestas sobre el propio devenir del ser humano, y el existencialismo. El pionero del videoarte, cuyas obras han ido evolucionando a la par que la propia tecnología en este campo, ha creado un cuerpo de trabajo sublime, sensible e intenso que nos hace indagar en las cavernas del yo. A través de bucles audiovisuales y movimientos ralentizados, el espectador se encuentra en pleno impacto, despertando el alma. El artista lleva 40 años de trayectoria desarrollando y experimentando con el videoarte, y por eso, La Pedrera acoge la retrospectiva Espejos de lo Invisible, donde podrás disfrutar de sus obras más celebradas, como The Reflecting Pool o Martyrs (Earth, Air, Fire, Water). 

Además, este homenaje a Viola va más allá de La Pedrera: en el Palau de la Música y en el Liceu también se podrán ver obras de Viola. Y si quieres profundizar aún más, se ha programado una serie de charlas de análisis del trabajo del artista que no te puedes perder, puedes consultarlas aquí. Cuando lo invisible queda revelado, solo queda enfrentarse a lo que ves.

Por: Antonella Sonza

Precios: 5€

Hora: De 10h a 20h. Hasta el 5 de Ene.

Lugar: La Pedrera, c/ Provença, 261