Breve crónica de una paulatina desaparición
La novela es una crónica insomne sobre la vida de un edificio y sus inquilinos, con un tono vibrante, un acento misterioso, y un devenir angustioso. Un novela que podemos encuadrar en género del realismo mágico y de la literatura de lo absurdo.
Un hombre se convierte en árbol, otro hombre vive en un ascensor, la niña a la que le gusta cavar hoyos en el suelo para esconderse, Lina y su marido Don, que sufre una extraña metamorfosis… Kálnay construye una entelequia, en la que lo habitual y lo fantástico son un deleite prolongado, y realidad e imaginación no se distinguen. Los diferentes narradores advierten de los cambios que suceden en el espacio que habitan. Cada personaje forja una historia en el espacio, en cada habitación queda un resplandor, un sospecha de lo que fue y de lo que supone ser.
Una obra difícil, que te zarandea, extraña, que requiere de un esfuerzo mayor para moverte por esos rincones. Los dobles sentidos, las metáforas, toda una ornamentación digna de un museo de lo sueños. Crear misterio a través de lo cotidiano y exponer así las distintas formas de habitar, de permanecer y de vivir en este espacio en el que los seres humanos de las grandes ciudades conviven. Breve crónica de una paulatina desaparición está rebosante de personajes, escenas y elementos que perturban y embelesan por igual. Que nadie busque respuestas, sólo hay preguntas: el insólito vecindario del edificio 29.
Editorial: Acantilado
