Sus conciertos se basan en la misma improvisación que utilizan los futbolistas a la hora de jugar un partido: hay unas reglas, pero luego el juego es otra cosa. De la combinación entre los beats del afrojazz con samples de electrónica, surge el sonido de Burnt Friedman y Jaki Liebezeit, del que se podría decir que es único en su clase. La experiencia de sus shows en vivo no puede ser capturada en una simple grabación y la conexión que logran con la audiencia no se trasmite, ni de lejos, en sus vídeos de Youtube. La percepción del ritmo de Jaki Liebezeit es lo que da forma a la cerebral música de este dúo alemán, para quienes el espacio que queda entre dos golpes de percusión es tan importante como el sonido del golpe en sí mismo. Friedman afirma que la percepción rítmica de Liebezeit le influyó enormemente en su propia comprensión de la música, a lo que Jaki responde que él “es sólo el batería”. Estos dos artistas creen que existe una fina línea entre la composición y la improvisación y por eso, para ellos, tocar en concierto es algo que vale la pena sólo por el momento en sí. Y este es, definitivamente, un momento que no te quieres perder.