Explican Camellos que, cuando enviaron sus maquetas a la discográfica Limbo Starr, les llamaron para ficharlos porque las canciones se les habían quedado grabadas en sus cabezas. Algo así me pasó cuando escuché Becaria por primera vez: una vez la oyes, ese jefe imaginario que tiene Linkedin te acompaña siempre. De ahí, obsesión con Embajadores y el redondísimo EP Arroz con cosas.
Camellos no engañan a nadie: explican lo que viven y lo que ven en sus letras como hablan entre ellos normalmente. Todos los dramas que se viven cuando se salta la barrera de los 25 tienen hueco en sus canciones, pero siempre de una forma muy irónica y ácida. Y, cómo no, sus ya características frases certeras que retuercen los lugares comunes para acabar de vuelta a nuestro vocabulario.
Pero si Camellos solo tuvieran sus ingeniosas frases, ¡no estaríamos hablando ahora del concierto de este viernes! La facilidad que tienen para encontrar melodías inmediatas, con un diálogo voz-guitarra constante, recuerda (¡quizá sea obsesión personal!) a The Libertines y otros grupos de esa ola de rock independiente que recuperaba el espíritu del punk original. El que piense que el formato de banda clásica está acabado, que le dé una vuelta a su argumentario.
Con Calle para siempre, Camellos no solo mantienen el nivel de su debut y de las grabaciones que hemos disfrutado en estos meses de intervalo: dan un salto en la producción y se atreven con más medios tiempos, lo que acentúa una nueva colección de letras que reivindican el barrio como último refugio.
El viernes en Sidecar Camellos presentarán su segundo LP y algunas canciones prometen convertirse en nuevos hits que corear con ellos: Arroz con Cosas (ese “yo a tu edad, tenía tu edad” tan real), Mazo (¿nuevo himno de Madrid?), Healthy (retrato insuperable de lo aspiracional) o Tentaciones (Mrs. Robinson imaginario en el trabajo como única evasión) se suman a un setlist plagado de momentazos como Ejecutivo estresado, Siempre saludaba o Café para muy cafeteros.
El concierto será toda una fiesta porque abrirán Diamante Negro, el nuevo proyecto de Benoit de Medalla, con quien les une una gran amistad que demuestra que las escenas y el compañerismo musical pueden romper cualquier límite geográfico. El grupo presenta su flamante EP Mercurio retrógrado y pocas formas mejores de dar a paso a Camellos que a base de pogos con su KEXP. Si te lo pierdes, después llorarás casi tanto como cuando despertó Toni Cantó.
Por: Miguel Lagoma
Precios: 12,60€ anticipada y 15€ taquilla
Hora: Vie. a las 22h
Lugar: Sidecar, Plaça Reial, 7