Abrir un cine hoy en día es motivo de alabanza. Mientras mueren las salas más míticas de la ciudad, el cineasta Ventura Pons ha decidido rebelarse e inaugurar una muy especial. ¡Bravo, bravo y bravo! El local, además, tiene su historia. En 1947, el antiguo cine Bailén se convirtió en el Texas. Sus sesiones dobles de reestrenos fueron un referente del barrio de Gracia durante casi cinco décadas. A finales de los 90 el negocio pasó a manos del imperio Lauren, que lo transformó en multisalas. 17 años después cerró sus puertas y ahora regresa a la palestra con todo su esplendor. Para empezar, el cine recupera su mítico nombre: Texas. Su programa también se basa en reposiciones merecedoras de una segunda oportunidad, esta vez proyectadas en versión original subtitulada en catalán. Los equipamientos de sus cuatro salas están por estrenar, incluyendo el patio de butacas rojo, como antaño. Y para rizar el rizo, las entradas cuestan tan solo 3 €. ¡Gracias, Ventura, por devolverle a Gracia el cine de barrio!
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