A veces la ropa no es sólo ropa. Son recuerdos. Son momentos especiales. Son viajes al pasado. Este verano perdí mi chaqueta favorita y me sentí bastante imbécil al disgustarme tanto, pero no podía evitar pensar en todos los buenos momentos que me había dado. ¿A vosotros también os ha pasado algo parecido? Pues entonces seguro que tenéis en un rincón un vestido con el que arrasasteis en vuestra adolescencia, o la camiseta de un grupo que os encantaba y ahora os avergüenza o unas zapatillas que esperan a que el ciclo de la vida las vuelva a poner de moda. Si es así, ¡dadles una nueva oportunidad! Wallpeople propone formar un gran tendedero de ropa con historia que se podrá intercambiar entre los asistentes al evento, englobado dentro del festival Ús. Y si sobra algo, se donará a una ONG para que ninguna prenda se quede sin dueño. Arte, reciclaje y moda. ¿Qué más se puede pedir?
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