No es el fin del mundo, by Sophie Bédard

Caí bajo el hechizo de las ilustraciones, el humor y la amistad de estos jóvenes. Un retrato realista de las amistades veinteañeras, de la hermandad, pero sobre todo de las relaciones a veces malsanas que nos rompen en mil pedazos. A veces son incluso más duras y crueles que el peor desamor. Es un verdadero placer redescubrir el estilo expresivo y entusiasta de Sophie Bédard. Los personajes aún no han llegado a un lugar específico, se arrastran a través de sus vidas y amistades, dibujando formas vagas en torno a lo que quieren.

Me encantaron Lucie, Jeanne y Nana. ¡Lo encontré todo sencillo, crudo y sobre todo verdadero! El ejemplo perfecto de cómo no es necesario hacer “demasiado” para crear una historia convincente. La vida cotidiana de tres amigos y compañeros de piso en un ambiente a veces cómico, a veces triste, a veces intenso en emoción, pero sobre todo verdadero. No es el fin del mundo es un abrazo a los vínculos que nos sostienen y nos transforman a lo largo de nuestra vida. Una novela gráfica que captura de manera mordaz la compleja cotidianeidad de los veinteañeros en todo su dolor y gloria. ¿Habrá más? Eso espero.

Palomar (vol. 2), by Beto Hernández

Este libro contiene 19 historias, todas ambientadas en el pueblo latinoamericano ficticio de Palomar y sus alrededores. Las historias siguen a varias generaciones de habitantes del pueblo a lo largo de una década, centrándose en la comunidad en su conjunto más que en personajes específicos. Beto Hernández retrata las vicisitudes de los hombres, mujeres, niños e incluso espectros que pueblan ese lugar situado en alguna parte más allá de la frontera con Estados Unidos, ¿os suena? Un mosaico de historias y circunstancias personales y colectivas, pasajes indistintos tomados del pasado y del porvenir, que van conformando el carácter y el latir inmediato de este pueblo.

Este segundo volumen profundizará un poco más en las desventuras de sus habitantes: Jesús, Heraclio, Chelo, Vicente, Humberto y, sobre todo, Luba, uno de los personajes más grandes que ha dado la ficción americana contemporánea. Esta inusual mezcla de realismo estilizado y caricaturas disparatadas cumple muy bien y le da a todo un elemento de desahogo. En general, se trata de una obra atrayente que parece mucho más que la suma de sus partes, gracias a la forma en que cada historia individual forma parte de un tapiz más amplio sobre Palomar y sus habitantes: da muchísimo juego.

Por: juancarlosportero

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