Confeti de Odio es un nombre genial que describe a la perfección el proyecto de Lucas Viadur. Todo en él es dualidad: se describe como una persona optimista, pero sus canciones abordan el drama cotidiano; aparenta intensidad, pero se ríe de sí mismo en las letras; le encanta el rock más potente, pero sus composiciones son delicadas y tienen un gran equilibrio pop.
Hijos del Divorcio (2022, Sonido Muchacho) es, perdón por el tópico, el disco de confirmación de Confeti de Odio tras el prometedor Tragedia Española (Snap! Clap! Club, 2020) y el estupendo EP Llorar de Fiesta (Snap! Clap! Club, 2018). Si no escuchaste canciones como Hoy será un día horrible entonces, ¡es un gran momento para recuperarlas! ¿Qué decir de este segundo LP? Primero: la ambición en lo conceptual (la evolución de las relaciones) es todo un acierto que da coherencia al disco y vuelve a demostrar la vigencia del formato frente a los singles sueltos sin ton ni son. Segundo: Confeti de Odio huye del drama-por-el-drama y la turra narcisista para hablarnos a todxs, hacer autocrítica, crecer y buscar la luz en la oscuridad. Tercero y último: las canciones se abren a otros estilos. En Hijos del Divorcio hay guitarrazos, shoegazing, coros infantiles, autotune, pop, teclados ochenteros a lo M83… ¡y todo integrado en un álbum conceptual! En algunas entrevistas, Lucas ha tomado como ejemplo The Black Parade de My Chemical Romance. Algo hay, pero en un LP contemporáneo y, al mismo tiempo, sin quitarse la camiseta militante de The Smiths.
El jueves, Confeti de Odio presenta con su banda este gran segundo disco en Sidecar dentro del Girando Por Salas y con la contundencia que garantiza en directo. Tomando el título de una de sus canciones más redondas, ¡esto es un llamamiento!