Devendra Banhart
Is this nice? Do you like it?
Ooh, would you like
me to sing you this song?
Con estos versos se abre paso el último álbum de Devendra Banhart, Ma. Y la respuesta es sí, Devendra, ansiamos que nos cantes esta canción. Esta y todas las que tú quieras. Porque con la música de Devendra Banhart es como con un buen mojito: empiezas a saborearlo y, cuando quieres darte cuenta, ya te lo has acabado y estás pidiendo otro.
De madre venezolana y padre estadounidense, su nombre es sinónimo de Indra, el dios del cielo, relámpago, trueno y lluvia de la mitología hindú. Cuenta la leyenda que sus primeros temas se grabaron con ayuda de un contestador telefónico y que fue gracias a Michael Gira, de Swans, que empezó a publicar sus discos en el sello Young God Records. Aparte de dedicarse a la música, Banhart invierte su tiempo en la poesía y la pintura (véanse las portadas de sus últimos discos). Vamos, que está hecho un artista con mayúsculas.
Además de los habituales sonidos caribeños y de su cada vez más sutil tendencia al freak folk, Ma incorpora influencias japonesas palpables en el uso del instrumento koto y en el estribillo de la canción Kantori Ongaku. No os voy a engañar, las delicias de Devendra Banhart hace tiempo que me tienen anonadada. Así que, ¿por qué describir con palabras aquello que puede ser escuchado? Yo no me perderé el concierto que dará este jueves en la sala Razzmatazz. ¿Y tú?
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