Eat Street: Desayunos del Mundo
Hambre. Ese instinto primario que todos sabemos que nos puede llevar a hacer cosas irracionales y totalmente impulsivas. Sí, el hambre nos puede volver locos, y dentro de este espectro, el desayuno es una de las piedras filosofales. Tu madre y tu abuela te decían, al unísono, que el desayuno es la comida más importante del día, y que te tomases ese zumo rápido que sino se le escapaban las vitaminas. Posiblemente es un mito sin aparente fundamento científico, pero los dichos populares van a misa, y más si van de comida. Los desayunos son religión allá donde se tratan como un verdadero festín, y ese hedonismo el que se celebra este sábado en la Nau Bostik, con una necesaria (después de las Navidades, necesitamos seguir engullendo) nueva edición de uno de los festivales de street food más consolidados en la Ciudad Condal, el Eat Street. El leivtmotiv es la primera comida del día, pero vista desde el prisma de quien lleva el paladar de viaje por todo el mundo: desde la majestuosa bacanal del english breakfast, al clásico café con leche con pastas, al maravilloso mundo de las tostadas, de las exóticas arepas o nasi lemak, hasta el socorrido brunch, ese marciano híbrido anglosajón entre desayuno y comida, que a pesar de ser un producto moderno, nos ha traído grandes momentos a nuestras bocas y a nuestras mesas, cócteles mediante. Sed sinceros: ¿a qué estabais deseando poder vivir en un solo lugar todo el universo desayuno más allá de sus horas de rigor? Bienvenidos al paraíso.
