El fraile y el filósofo, el nuevo libro del escritor Toon Horsten, cuenta la trepidante historia sobre el rescate del legado del filósofo Edmund Husserl, amenazado con perderse en la Alemania nazi tras su muerte en 1938 y llevado a cabo por el joven fraile Herman Van Breda. Narrado casi como un emocionante thriller, presagiando hábilmente los eventos y revelándolos solo gradualmente, donde el aspecto histórico también cobra protagonismo desde la perspectiva de la filosofía. De manera ilustrativa muestra qué tiempos tan terribles se vivieron. El hecho de que los documentos aún pudieran salvarse rayan el milagro, pero también se demostró claramente los esfuerzos desinteresados de tantas personas para poder salvar el legado, incluidos varios filósofos; momentos reveladores, especialmente el de Heidegger, sobre el papel que jugó en todo esto.
Una segunda vía por la que encontré este libro interesante fue porque explica la fama internacional de Lovaina y la filosofía fenomenológica. Van Breda estudió el método de Husserl desde el principio y comprendió que sus manuscritos no son notas marginales, sino que pertenecen al núcleo de su trabajo filosófico. Cuando visitó a la viuda de Husserl, Malvine, en Friburgo en 1938, ella le dio permiso para llevar la propiedad y la biblioteca de su marido a Lovaina. La fenomenología de Husserl ha resultado invaluable para muchos nombres bien conocidos de la filosofía y el padre Van Breda quedó en el olvido. Horsten trabajó durante cinco años en este libro sobre el franciscano. “Cuanto más conocía a Van Breda en mi investigación, más fascinante era este monje carismático”.
Aunque era franciscano, era increíblemente vanidoso. Por ejemplo, le encantaba ser fotografiado con sus premios y medallas o con el Doctorado Honoris Causa de Friburgo que recibió por salvar el archivo después de la guerra. Muy interesante.
Traducción: Ronald Brouwer
Editorial: Cielo eléctrico
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