El arte no va a morir, no sucumbirá a los caprichos de la crisis financiera, a la avaricia de los bancos, ni a la ignorancia de los gobiernos. Porque si de algo puede jactarse el arte verdadero es no sólo de ser denuncia o ruptura, sino también de ser propuesta y salida. Más allá del arte, lo que estrictamente es cultura (arte, lengua, tradición y expresión, etc.) no puede ser recortado porque es intrínseco al ser humano y, a pesar de todo, las ganas de seguir creando no van a morir. ¿Qué pasa entonces cuando una sociedad se acostumbra a la subvención y al paternalismo? ¿Dónde está la salvación en época de vacas flacas? Por estos cuestionamientos, resulta importante debatir, exponer, conocerse y organizarse. Para todos los pertenecientes al sector cultural de Barcelona, creadores y espectadores, un foro como el de Indigestió es una cita obligada. Porque el arte va a alguna parte, con o sin nosotros, y crear conlleva una responsabilidad social, haya o no haya recursos económicos. ¿Aceptas la tarea?