La semántica nunca miente: una vivienda está pensada para vivir en ella. En catalán se llama habitatge, es decir, un lugar para ser habitado. Pero la tiranía financiera no entiende de lexemas. Es por eso que en nuestro país hay cada vez más y más viviendas sin nadie que las ocupe, habitatges sin nadie que los habite. Afortunadamente, en el 21 de la calle Roig, en el Raval, hay una excepción a la infame regla. Se trata de una finca colectivizada y gestionada en régimen de cesión de uso que recientemente ha tumbado en los juzgados la demanda de ejecución hipotecaria que le imponía el banco, gracias a su condición de cooperativa social. Es por eso que la entidad (Cooperativa Integral Catalana) está en proceso de construir una plataforma para fomentar el debate y la generación de propuestas sobre la vivienda. Pero no pueden hacerlo solos: piden participación. Así que han montado para hoy viernes a las 19:30h una reunión informal en la terraza de su finca, con el fin de buscar alternativas al actual modelo inmobiliario. Habrá también un pequeño vernissage y música en directo en el terrado del edificio. Además, durante todo el fin de semana se intervendrán varios espacios del edificio por parte de diversos artistas de la ciudad. Toda una reivindicación de lo colectivo, de la participación y de la lógica ciudadana por encima de unos intereses particulares que, muchas veces, quedan fuera de todo sentido común.
We have detected that you are using extensions to block ads. Please support us by disabling these ads blocker.