Los propios títulos de crédito nos relatan que Jauja fue una tierra mítica “llena de abundancia y felicidad”, que muchos intentaron buscarla y que todos, sin excepción, se perdieron (en ambos sentidos) en el camino. De alguna forma, esto es también aplicable a Lisandro Alonso: el director de la sugestiva Los muertos parece haberse esforzado por encontrar el paraíso del reconocimiento como cineasta alternativo, lo que de por sí supone el ingreso en un sistema tan mecánico como el del más mercantil cine hollywoodiense. En Jauja, la intención primordial del realizador era, suponemos, reproducir en el espectador la desorientación que sufre el protagonista (un militar danés de campaña en Argentina, donde a duras penas se entiende con los hispanohablantes) al buscar a su hija desaparecida. Pero el efecto es justamente el contrario: por sabido, el recurso se le antoja previsible, y se siente enfrentado a un puzle en el que no es que falten piezas, sino que sobran demasiadas. Intenciones aparte, hay que reconocer la solvencia con la que Viggo Mortensen encara el difícil papel protagonista, la gélida y alucinante fotografía de Timo Salminen, así como unos sobresalientes veinte minutos últimos que acaso den noticia de la gran película que podría haber sido. Tal y como está planteada, nos deja la impresión de que no hacían falta las alforjas del largometraje para un trayecto tan breve. No obstante, les animo a que se enfrenten a esta particular búsqueda del paraíso. A que la extiendan a la misma vida. A que opinen. A que discrepen.

Por: lecool-admin

Precios: 4€

Hora: Mie. a las 18:30h

Lugar: Filmoteca de Catalunya, Plaça Salvador Seguí, 1 – 9