¿Qué queda de las revoluciones en las que los líderes se adelantan o desvinculan? ¿Cómo ha pasado el tiempo por Jay-Jay Johanson y en qué historias estuvo metido para que fuera desterrado de un lugar que algún día fue suyo? El sueco ha hecho de todo, incluso fue candidato al festival de la canción de Eurovisión en 2013. En cambio, el público no ha sabido acoger de la misma manera sus últimas publicaciones y ya no pasa eso que ocurría con aquellas primeras a finales de los 90, cuando conquistaba multitudes entre las modernidades europeas. La realidad, al menos por la parte de este tímido sensible, es bastante diferente, pues asegura que siempre se ha sentido igual y que sigue haciendo lo que mejor sabe hacer: canciones directas y desnudas, a veces acompañadas en directo solo con las teclas del piano o una guitarra. Y viaja, gira, observa y apunta. Es un verdadero autor de canciones. Esta vez llega a la sala Razzmatazz para presentar Opium, un disco que rompe un gran silencio en lo que a publicaciones se refiere y que pide a gritos puesta en escena para canciones como Harakiri o aquellas en las que se observa ese pasado triphopero. La ocasión lo merece, vuelve Jay-Jay, tal vez igual de moñas y con la tontería sentimentaloide subida, por lo que puede ser un fiasco o el mayor de los logros. / Por Jabichillo.

Por: Editora Barcelona

Precios: 18€ + gastos

Hora: 20h

Lugar: La [2] de Apolo, c/ Nou de la Rambla, 113