A mediados del siglo XX, un joven llamado Thor Heyerdahl lideraba una de las expediciones más asombrosas jamás vividas: 8.000 km en balsa a través del Pacífico. Sólo alguien con ese nombre hubiese sido capaz de lograr algo así. Su intención era demostrarle al mundo que los primeros pobladores de la Polinesia provenían de Sudamérica y no de Asia, algo que, a priori, parecía de todo menos sensato. Incomunicados, hambrientos y expuestos a todos los peligros que pueden acechar a seis tipos que atraviesan el océano casi con lo puesto, Thor y sus hombres no sólo se convirtieron en historia, sino también en una golosina cinematográfica. Nominado al Oscar y al Globo de Oro a la Mejor Película de Habla no Inglesa, “Kon-Tiki” es un film precioso. Un compedio de emoción visualmente impecable lleno de talento y entretenimiento.
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