A principios de los setenta se estrenaba “Pink Flamingos”, un film de lo más peculiar convertido hoy día en objeto de culto y adoración absoluta. A partir de ese momento un ejército de admiradores de lo absurdo seguirían fielmente a John Waters, erigido desde entonces como el rey del cine trash por excelencia. Dieciocho años y cuatro películas después de su obra cumbre, Waters dirigía a Johnny Depp, Iggy Pop, Patty Hearst, Traci Lords y Willem Dafoe en una parodia musical digna de estudio. Y ahora, en pleno siglo XXI, LaOtra recupera el titulazo para proyectarlo en su fabuloso ciclo dedicado al amor. “Cry-Baby” (“El Lágrima” en España) vuelve a la gran pantalla dispuesta a (re)enamorar al personal. Un acierto absoluto acompañado de la actuación de Miedo, de photocall, de cerveza y, como no, de confeti.