Las Crónicas de Odio, by Peter Bagge
Buddy Bradley, el protagonista, no es un buen tipo. Fuma, bebe, hace trampas, es un poco snob en algunas áreas (música, libros, cervezas), muy vago en otras, y trata a sus amigos como basura. Pero a pesar de todo esto, sientes empatía con él, ya que es un hombre común, no es agradable pero no significa que sea un mal tipo. Puedes ver de dónde viene gran parte de su “odio” con las situaciones en las que termina y las personas involucradas en ellas, y ahí es donde aparece el humor. Es miembro de la llamada Generación X, una generación que siempre ha sido eclipsada por la generación más numerosa de baby-boomers que la precedió. Marginados política y económicamente en un mundo cada vez más explotador, muchos miembros de la Generación X desarrollaron una actitud bastante escéptica y cínica hacia la vida, y Buddy no es una excepción. Es un perezoso obsesionado con el sexo, cínico, enojado e intrigante que vive en un apartamento de mierda con sus compañeros de habitación de ideas afines a principios de los noventa.
Este cómic no es necesariamente “sobre” nada, aparte de la vida cotidiana de Buddy, ya que trabajaba en una librería de segunda mano, intentó (y no pudo) dirigir una banda, salía con alguien, se emborrachaba y se quejaba de la vida. Los personajes son reales y llenos de color. Las historias son divertidas y tristes al mismo tiempo y hay profundidad y matices en todo.
Las crónicas de Odio de Peter Bagge aborda temas difíciles como enfermedades mentales, fobia social, narcisismo y, simplemente, la falta general de objetivo y ambición en la vida. Para mí, este cómic es perfecto y lo pondría fácilmente en una lista de las 10 mejores novelas gráficas que cayeron en mis manos. Ahora a leer el próximo. Si aún no ha elegido este, hágalo, es un clásico atemporal. Buen material. Buenas historietas. Me encanta este odio.
