En La era del vacío, de Lipovetsky, en una página de aquellas (no voy a releerlo ahora, que mi cerebro actual solo admite YouTube), se profetizaba la aparición del ordenador y de Internet (según lo que entendí hace años). Eran ensayos sobre individualismo contemporáneo. No sobre estupidez contemporánea. Por eso, no cabía pensar ahí en un futuro donde la gente “moriría” por un pulgar digital levantado en su perfil. Es que ya no es la era del vacío, sino del absurdo. Y, sobre este tema, la bailarina (y futura antropóloga) Núria Guiu reflexiona para interpretar Likes, una pieza de danza creada por ella y en la cual, además, relaciona este fenómeno con el cuerpo. Un cuerpo que se ofrenda a un público, que a su vez hace lo mismo. Y gana el que tiene más likes, moneda de cambio, hoy por hoy, tan valiosa como el oro (solo hay que averiguar lo que gana una estrella por un tuit). ¿Habrá escapatoria a este fenómeno? Pues durante una tarde, Núria tal vez nos ofrezca una pista al respecto.
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