Cada obra de arte cuenta una historia. En el pincel está el poder de suspender el tiempo y moverlo a tu antojo; vemos a los detenidos, a los hombres y a las bestias, móviles en el instante único en que los ha pintado, pero a la vez vivos e inquietos. Resulta imposible no entregarse a los detalles infinitos del cuadro que Elvira Valgañón nos pinta en su hojas en Línea de penumbra. Un largo viaje del pasado al presente por el interés y la curiosidad que suscitan unas pinturas que van desde desde la prehistoria y las pinturas rupestres, hasta mediados del siglo XX con el arte moderno; un desfile de autores como Bacon, Hopper, Juan de Flandes, Artemisia Gentileschi, Ghirlandaio, Caravaggio, El Bosco, José Arrúe… Las efemérides que hay dentro y fuera de un cuadro. La mayoría son encargos, otras son historias sinceras, otras falsas. Algunos son fotos del momento, otros vierten ríos de misterios. Puedes entrar y salir de ellos, adaptando tu pensamiento a esas situaciones, a esos momentos de tu existencia.
Si no te atreves, Elvira ya se encarga de perfilar todo aquello que rodea al cuadro: el pintor, la época, el momento y los personajes. Una escritora que traza con su pincel un mar de melancolía y belleza. Trece historias inspiradas en trece obras pictóricas, abrazadas a la literatura de distintas formas. 160 páginas como un pequeño museo, como una galería de arte.
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