Long Way Up
Años antes de imaginar el streaming, recuerdo la ilusión que me hizo que me regalaran Long Way Round en DVD y el libro escrito a cuatro manos por Ewan McGregor y Charley Boorman sobre su vuelta al mundo en moto, de Londres a Nueva York.
Las aventuras que vivían, paisajes fascinantes como los de Mongolia y la amistad de los protagonistas me convirtieron en fan absoluto, hasta el punto de hacer maratones para ver la serie documental con Andrés, mi gran compañero de sueños y viajes.
Lo mismo ocurrió con Long Way Down, donde recorrían África de norte a sur. Entonces, a pesar de no tener ni carnet de conducir, nos hicimos con libros sobre rutas en moto y fantaseábamos con ponernos en la piel de Ewan y Charley. En estos años, los viajes se han sucedido, juntos y por separado, pero la vuelta al mundo en moto sigue siendo una ilusión: un horizonte al que mirar.
En 2020, la llegada de una tercera expedición ha sido una alegría compartida entre estos meses tan tristes. Long Way Up (El Mundo en Moto: Rumbo Norte, Apple TV) es el viaje de los dos actores desde Tierra del Fuego hasta Los Ángeles, un recorrido que completa su panamericana particular iniciada en Long Way Round.
Desde 2008, han cambiado muchas cosas. Ewan McGregor ha continuado su carrera como actor de éxito y ha perdido, en el camino, parte de su cercanía. Charley Boorman dejó de lado definitivamente la actuación para dedicarse a los programas de aventura extremos, lo que le ha causado diversas secuelas que se hacen patentes a lo largo del nuevo programa.
En parte, los recientes accidentes de Charley han vuelto a acercar a los dos amigos y han impulsado una tercera expedición en moto. La crisis climática y la vocación ecologista de Ewan marca Long Way Up: el viaje tiene que ser, esta vez, en motos eléctricas. Pero, ¿cómo hacer trayectos tan largos? ¿Dónde se pueden cargar las baterías en zonas aisladas como la Patagonia o los Andes?
Comprobar que es posible otra forma de transporte si nos lo propusiéramos es uno de los atractivos de esta nueva entrega de Long Way: El Mundo en Moto. Pero, como solía ser habitual, lo mejor de cada entrega es la camaradería y la química entre los protagonistas; también entre todo el equipo, que vuelve a reunirse al completo. En los momentos en que solo son amigos mucho más lejos de lo que jamás habían imaginado recuperan la magia de aquella primera aventura.
Y, por supuesto, en este momento en que debemos estar en casa y no tenemos perspectivas de viajar más allá de las tiendas de confianza, ver lugares tan fascinantes como Ushuaia y La Paz, los contrastes que se dan en países como Chile entre los Andes y Atacama, llegar al Amazonas o poder conocer proyectos increíbles para recuperar los lenguajes y tradiciones originarias supone un estímulo inmenso.
Long Way Up, según va acercándose a su final, es una de las alegrías semanales. Además, al verlo, no puedes dejar de pensar: “cuando todo esto acabe, ¡tenemos miles de viajes pendientes!”. Andrés, sabes que va por ti, pero seguro que el resto también os sentís identificados.
